Si alguna vez piensa usted en sacar un dinerillo vendiendo ese ordenador, esa llave USB o ese disco duro cuya capacidad es ya irrisoria o que no le sirve de nada, acuérdese de borrar los datos que contiene, porque con toda probabilidad, aparte del teléfono de su suegra o de su ex, no querrá que sus correos personales, las fotos de su pareja o los teléfonos de sus amigos acaben en manos de un desconocido, ¿verdad?
Y le digo esto porque, aunque no sea usted el gobernador de Arkansas, estoy seguro de que se aprecia sus datos tanto como él. Ah, y por si hay alguna duda, cuando hablo de “borrar”, no quiero decir borrar. Quiero decir “hacer los datos irrecuperables”.
Visto en Kriptópolis.
(Buen fin de semana a todos)