Para acabar la semana, tenemos una entrada de Rafael Rosell, que inicia su andadura como colaborador de este blog.
Rafael es Ingeniero Superior Industrial y Máster por el IESE. Asimismo, actualmente es Director Comercial del Instituto de Biomecánica de Valencia y es especialista en la dirección de equipos de ventas y estrategias comerciales, campo en el que lleva más de 15 años trabajando. Esperamos que la entrada les guste tanto como a nosotros.
Ha llegado a mis manos un artículo muy interesante de El Economista en el que se comentan los grandes avances tecnológicos que empresas como CISCO están obteniendo, y que sin duda puede revolucionar la forma en la que hacemos las cosas o nos relacionamos.
El artilugio en cuestión es digno de aparecer en escenas de “Matrix”: se trata de un sistema de telepresencia en 3D. Traducido al cristiano, esto significa que (una vez dicha tecnología llegue a su fase de comercialización), seremos capaces replicar en 3D con apariencia bastante real una imagen de una persona con el objetivo de, entre otras cosas, participar en reuniones a distancia, reproduciendo una imagen de mí como si en realidad estuviera presente en la citada reunión.
Evidentemente esto supone un cierto avance, y en un futuro no muy lejano nuestras participaciones en reuniones pueden ser del todo “virtuales”, lo que contribuirá claramente a una optimización del tiempo y a ciertas facilidades adicionales que mejoren nuestra vida personal y por tanto nuestra calidad de vida. Desde un punto de vista negativo, lógicamente este avance también abre las puertas a una suplantación de identidad mucho más sofisticada, en la que yo mismo podría verme en situaciones que difícilmente puedo justificar, dando indicaciones a empleados o sencillamente accediendo a información tratada en reuniones internas.
En conclusión, muchos avances históricamente nos han proporcionado mejoras en la forma en la que podemos vivir, ya sea en lo más intimo y personal o en lo profesional. Sin embargo, es preciso atacar también todos estos avances desde la perspectiva de la seguridad, y evitar así los problemas a los que habitualmente nos enfrentamos como consecuencia de ignorar, conscientemente o inconscientemente, los riesgos que estos avances traen.
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