¿Cuántos amigos tienen la clave de tu WiFi? ¿Con cuántos contactos de Facebook no interactúas desde hace años? ¿Haces copias de seguridad de tus datos? ¿De cuándo es la última actualización de tu Linkedin?
Yo hace tiempo me marqué el inicio del año como el momento de poner al día mi vida digital y año tras año la lista de cosas a revisar no ha hecho más que crecer. Sí, ya sé que estamos a 1 de Febrero pero el mes de Enero no cuenta. Entre que te recuperas de la navidad y las rebajas, ya se te ha pasado el mes.
Algunos recordareis que en 2012 y 2013 ya plantee que tomásemos el inicio del año como el momento de la “revisión anual de todo”, así que aprovechando el empuje del año nuevo, os invito a empuñar este post como checklist actualizado de todo aquello que deberíais revisar al menos una vez al año (remarcamos mucho el “al menos”) y os pongáis conmigo manos a la obra.
Actualizar Linkedin y similares: estas plataformas no sólo sirven de escaparate, sino que disponen de interesantes grupos de discusión entre profesionales cualificados, por lo que además de mantener una imagen de profesionalidad actualizando nuestros datos, podemos aprovechar para ver qué nuevos grupos interesantes han surgido, o plantearnos el participar más activamente en los que consideremos más interesantes.
Revisar nuestro “listado de contraseñas”: no todo el mundo anota sus contraseñas personales pero es una tarea necesaria si queremos cambiarlas periódicamente y no queremos utilizar la misma contraseña para todo. Tanto si utilizamos alguna herramienta como Keepass, o la última hoja de una libreta (¡mal!), es recomendable repasarlo periódicamente para actualizar aquellas contraseñas que hayamos cambiado recientemente y añadir las nuevas cuentas que no estén anotadas.
Cambiar contraseñas: es posible que tengamos contraseñas, como puede ser de foros o servicios web que no utilicemos, que literalmente nos dan igual, pero hay muchas otras que no, y debemos cambiarlas periódicamente. Es un trabajo duro y tedioso, pero no hay excusa.
Buscar información propia en Google: considero que conocer lo que el mundo sabe de nosotros es un sano ejercicio: desde saber qué información circula por la red, hasta hacernos una idea de cómo de públicos son nuestros datos o perfil. Esta búsqueda puede ir mucho más allá del nombre y apellido, siendo recomendable buscar correos electrónicos, nuestra dirección de casa, teléfonos, DNI, matricula, alias que solamos utilizar en Internet, etc. Una buena opción para hacer este ejercicio de forma continua es mediante el servicio de Google Alerts, de forma que Google nos avisará si los datos que le indiquemos aparecen en su buscador.
Limpieza de contactos en redes sociales: hay mucha gente con la que perdemos el contacto, que sale de nuestras vidas, o simplemente decidimos hacer nuestro círculo de amistades online más reducido, por lo que es recomendable hacer una revisión exhaustiva de nuestros contactos periódicamente en todas las redes sociales que utilicemos. Si la red social lo permite, revisaremos también las listas de contactos por si nos interesa hacer llegar solo ciertas publicaciones a una parte de nuestros contactos.
Limpieza de aplicaciones con acceso a nuestra información: por suerte o por desgracia, el software cada vez está más integrado. Tu GPS puede conectarse a tus redes sociales para publicar, tus juegos pueden consultar tu lista de contactos para buscar amigos con quien jugar, tu pulsera cuantificadora se comunica con tu báscula bluetooth, y tus aplicaciones de ligar… bueno, esas mejor ni mencionarlas. El caso es que es frecuente que para poder utilizar algunos servicios debamos asignar permisos a aplicaciones o sitios web de terceros, los cuales olvidamos cuando dejamos de utilizarlos. Las principales redes sociales disponen de paneles de administración, como los de Google o Facebook para gestionar estos permisos de forma cómoda. Para el resto de servicios, deberemos revisarlos manualmente uno a uno. Recordemos que la web https://mypermissions.org/ nos facilita esta tarea.
Revisar con quien compartimos nuestra ubicación: las principales redes sociales y algunas aplicaciones permiten compartir la ubicación de nuestro dispositivo con amigos y contactos. Es posible que de forma puntual o accidental hayamos activado estas opciones pero que ya no nos interesen más por lo que es recomendable desactivarlas.
Hacer copias de seguridad: muchísima gente se descuida al proteger sus fotos o documentos personales. Recordemos la importancia de no tener las copias en el propio PC para protegernos de fallos mecánicos o ransomwares, así como de no tener nuestras fotos o documentos únicamente en un disco duro externo, ya que las caídas y averías son muy frecuentes. Según el aprecio que le tengamos a nuestra información, no está de más hacer una copia en algún soporte externo y enviarla al pueblo/apartamento/casa de la abuela, por si se nos quema la casa o similar.
Revisar documentos almacenados en la nube y sus permisos de acceso: hablamos de Dropbox, Google Drive y cualquier otro servicio que utilicemos para guardar o compartir ficheros. Revisaremos que no haya ficheros obsoletos, con quien estamos compartiéndolos y el listado de dispositivos con acceso a nuestros datos.
Opciones de recuperación de contraseñas importantes: debemos revisar las cuentas de correo que tenemos asociadas a las opciones de “enviarme mi nueva contraseña por correo electrónico”, especialmente para servicios sensibles. Revisaremos también aquellos servicios que permiten recuperar la contraseña por SMS para verificar que nuestro número actual está correcto. Comprobaremos también que no tenemos ninguna “pregunta secreta de seguridad” demasiado poco secreta.
Revisar software instalado en nuestros dispositivos: un programita para etiquetar música, uno para poner filtros a fotos, uno para cuidar el acuario por Internet… ¡Un momento! ¡Si no tengo acuario! Es increíble la cantidad de programas que instalamos en ordenadores y dispositivos móviles, a los que no damos uso tras una semana. Recomendamos repasar la lista de software instalado para eliminar todo aquel que no sirva, así como para actualizar aquellos programas que guardamos “por si acaso” pero que al no utilizar no actualizamos y constituyan un peligro. Especial atención a servidores para hacer pruebas, servicios abiertos a Internet y programas que se ejecutan automáticamente. No olvidemos tampoco revisar los plugins y extensiones de nuestro navegador web.
Actualizar “las cosas”: ya no es suficiente con actualizar el PC y el móvil. Gracias al Internet de las Cosas, ahora tendremos que actualizar la tele, lavadora, báscula, nevera, cafetera, bombillas, interfono, dron, coche, pulsera, videoconsola, sintonizador de TV, y seguro que a corto plazo hasta el sofá. Para no desanimarnos, recordemos que es posible que consigamos que nuestros dispositivos funcionen mejor, tenga nuevas funcionalidades, y seguramente funcionen de forma más segura, así que a sacar las instrucciones… ¡y a actualizar!
Bonus Track analógico
Como no solo de tecnología vive el hombre, aprovechemos el subidón de adrenalina que da ponerlo todo al día y dediquemos tiempo a todas esas cosas o tareas que no requieren tocar botones: revisemos el botiquín de casa, el extintor de la cocina/coche, y el armario de las latas de conserva que siempre caducan. Cambiemos la cerradura de casa si la hemos dejado a albañiles/inquilinos/vecinos, comprobemos la rueda de repuesto del coche, atentos a la caducidad del DNI/pasaporte/carnet de conducir, poner al día revisiones médicas, vacunas y dentista, recuperar libros y CDs prestados y devolver libros y CDs prestados que nunca devolvimos, …
Y estaremos listos para disfrutar el 2016 :)
Ya puedo ponerme manos a la obra o me dará 2017 en el proceso…
¡Buena lista!