Gracias por compartir

Un amigo mío tiene un amigo que es investigador experto en una de las principales instituciones de investigación francesas y le contaba, hace un par de días, que su grupo está preparando una propuesta para un proyecto de investigación junto con otros socios europeos, propuesta que debía presentarse esta semana.

Como tantos otros investigadores en Europa, este consorcio potencial utiliza una herramienta para compartir la información de su propuesta. En este caso, sharelatex.com, que, según dicen en su página, es usada por investigadores de numerosas y prestigiosas universidades de todo el mundo.

¿Cuál es la historia? Pues que sharelatex tuvo, según ellos informan, un problema de suministro eléctrico durante el fin de semana y sus servidores dejaron de estar disponibles. Posteriormente se restableció el funcionamiento de los equipos pero, aún así, la herramienta seguía sin funcionar, mensaje de disculpa incluido.

Afortunadamente para el investigador y sus colaboradores, el coordinador de la propuesta tenia un backup (siempre hay gente precavida… bueno, casi siempre) y no perdieron demasiado trabajo, aunque pasaron un fin de semana de nervios.

Asumiendo que la justificación del corte de suministro eléctrico fuera real y no una excusa para no hablar de otro tipo de problemas, no hay que olvidar que la disponibilidad también es uno de los pilares de la seguridad. Así que confiaron en quien, probablemente, no tiene los medios adecuados para garantizar la continuidad del servicio. De hecho, en sus “Terms of Service”, dicen claramente “ShareLaTeX is provided on an ‘as is’ basis, without future promise of availability. ShareLaTeX is not liable for any damages caused by the loss or inability to access your data.” Es decir, como las lentejas. Y no, no es gratis.

No me malinterpreten, lo más probable es que las personas detrás de este servicio lo gestionen con entrega y dedicación. Además, si uno lee sus condiciones, verá que no intentan engañar a nadie. No pretendo hacer una crítica a este servicio en particular.

A partir de aquí, vienen un par de párrafos de pura paranoia. Advertidos quedan.

Supongamos que yo soy una entidad muy interesada en los proyectos de I+D de los investigadores más prometedores, a la que le gustaría conocer de primera mano y cuanto antes sus líneas de investigación, ideas innovadoras, acuerdos de colaboración, etc. Supongamos que monto un servicio gratuito (no, mejor cobrando un poco, para dar imagen de más seriedad) en el que ofrezco una plataforma para compartir documentos entre diferentes investigadores, permitiendo subir todo tipo de documentos, trabajar en colaboración y almacenar por tiempo indefinido toda esa documentación.

Podría poner una página “sobre nosotros” con un par de fotos de sonrientes buenos chicos, con sus CV y todo. Si sé un poco de ingeniería social, puedo hacerlo muy creíble. Unos cuantos logos de entidades de prestigio que usan nuestro servicio y listo.

Fin de la paranoia y pequeño disclaimer: insisto en que, en estos dos párrafos, no estoy criticando a nadie en concreto.

Como dice mi amiga, “aquí tenemos a la flor y nata de la I+D europea poniendo sus mejores ideas, en mi opinión mucho más valiosas que las joyas, en manos de no saben quién”.

¡Con lo fácil que es usar Google Docs! Wait, no!

(Imagen cortesía de Ewa Rozkosz. Imagen no modificada. Ver licencia de uso.)

Comments

  1. Me ha gustado bastante la crítica xD. Poco más que añadir, salvo que, por cuestión de pura imagen y dada la importancia que tiene el servicio, deberían cumplir los 3 requerimientos integridad, disponibilidad y accesibilidad por igual.
    Saludos.

  2. Alejandro, yo también opino lo mismo. Seguro que son un grupo de investigadores entusiastas y lo hacen con buena intención… ¿o no?