Cuando hace ya algunos años empecé a trabajar era fácil, muy fácil, determinar la frontera de las redes de la organización donde estaba. Si la empresa era industrial, como es mi caso, a principios de los años 90 la red se circunscribía a la del área financiera y a la de diseño o ingeniería que, por supuesto, en aquella época, eran totalmente independientes sin posibilidad de conexión conocida por mí. Era una red de un sistema 36 y una red de un sistema de CAD/CAM bastante grande del sector Naval, FORAN, que funcionaba sobre máquinas DIGITAL y con una LAN basada en el difunto DECNET.
Unos pocos años han pasado, 17, -tampoco son tantos- y ya en su día participé en la unión de las dos redes referidas, la red del entonces AS400 con la red del DIGITAL y la red del incipiente “Windows para trabajo en grupo”. Sin saberlo, asistí, desde un lugar preferente, a mi primera caída formal de una frontera digital, la frontera que separaba el mundo contable del técnico en una organización industrial. Las caídas de fronteras digitales se han sucedido desde entonces hasta llegar al punto en el que estamos en el que realmente creo que ya casi no quedan fronteras digitales, salvo que las que nosotros mismos creamos con nuestras políticas de seguridad.
Si el mundo real se ha convertido en un mundo global es principalmente porque el mundo digital nos lo ha facilitado y, para eso y, por eso, han tenido que desaparecer las fronteras. La caída de las fronteras digitales es uno de los aspectos que justifican la importancia actual del diseño de políticas de seguridad globales, hoilísticas.
Seguro que la mayor parte de ustedes, directa o indirectamente, han asistido, en primera línea, a la caída de una frontera digital natural. En mi opinión “todas” las caídas de fronteras tienen alguna lección oculta que, los que trabajamos en seguridad, debemos aprender.
Les animo a ustedes a compartir su experiencia particular en la caída de una frontera digital que hayan presenciado. Creo sinceramente que compartir y comentar con terceros estas experiencias puede hacer que todos juntos aprendamos alguna lección oculta.