Supuestamente, el próximo año estará plenamente operativo el Programa Santiago (Ministerio de Defensa), cuyo objetivo principal es la captación de emisiones electromagnéticas y de imágenes en las zonas definidas como de interés estratégico para la seguridad nacional (Ingeniería de Sistemas Aplicada, capítulo 5: Análisis de riesgos durante la evaluación de ofertas en el programa Santiago). Poco sabemos de este programa, iniciado en 1986, clasificado secreto y del que apenas podemos encontrar información oficial (con excepción de los presupuestos que cada año se asignan al mismo), pero todo apunta a que se trata de la versión española de ECHELON.
Uno de los -presuntos- pilares de este programa es la estación de seguimiento de satélites Fresnedillas-Navalagamella (con un acceso físico fuertemente controlado por personal que impide incluso la toma de fotografías, doble valla y cámaras de seguridad); este centro -se pueden ver sus imágenes en Google Earth- dispone de al menos cinco antenas de unos 18 metros orientadas al sur. Si a estos datos unimos una de las conclusiones del informe final elaborado por la comisión europea que estudió ECHELON, que en su apartado 5.2.3 indica explícitamente que «si en una ubicación se encuentran dos o más antenas de recepción de satélites con un diámetro superior a 18 metros, una de sus tareas es la interceptación de comunicaciones civiles», parece obvio a qué puede dedicarse la estación mencionada.
¿Existe realmente un nivel de confidencialidad aceptable en nuestras comunicaciones? A priori, ni a los militares ni a los servicios de inteligencia les interesan de forma especial nuestras comunicaciones electrónicas (espero que dediquen su tiempo a interceptar comunicaciones que realmente puedan afectar a nuestros intereses globales, como las de grupos terroristas, las de países “poco amigos” o las de países “amigos”), pero si esos datos cayeran en otras manos estaríamos ante un grave problema. ¿Cómo se garantiza la seguridad en este caso? ¿Quién vigila al vigilante? Sin duda, es algo que deberíamos empezar a plantearnos…
Para saber más de este y otros temas, es muy recomendable el libro “Libertad Vigilada”, de Nacho García Mostazo (Ed. B), que aunque data de 2002 -una eternidad en nuestra era informática- sigue siendo de lo poquito publicado al respecto en nuestro país.
[Actualización 18/05/2007. Para los escépticos ávidos de fuentes “fiables”, aquí va un enlace al programa Santiago en la web del Ministerio de Defensa]