Aunque muchas cosas han cambiado en la seguridad en internet en los últimos 10 años, sin embargo otras han permanecido igual, como es el caso de la identificación mediante contraseñas alfanuméricas. Éstas siguen siendo la forma de autenticación dominante: según estudios el 97% de las organizaciones las utilizan.
Sin embargo, a pesar de ser la forma de autenticación más extendida, la identificación mediante contraseña alfanumérica tiene algunos inconvenientes bastante destacados, como son el olvido y el robo de las mismas. Los fallos en la autenticación de usuarios pueden causar muchos daños técnicos y además tener un gran coste económico. En 2007 se cuantificaron en 3200 millones de dólares las pérdidas debidas a suplantación/robo de la identidad (phishing).
Todo esto ha llevado a la investigación en formas alternativas de identificación de los usuarios, que tienen como objetivo principal evitar los problemas actuales de las contraseñas alfanuméricas y dotar a los sistemas de una forma de identificación más segura.