Con esta entrada damos comienzo a una serie de posts mediante los que intentaremos presentar situaciones que representan un “problema” (en el sentido más de “examen” del término) para el lector, y que a mi modo de entender pueden aportar luz sobre algunos aspectos de la LOPD. Nada complicado; realmente triviales para cualquiera que esté un poco metido en el tema.
Algunos de dichos “ejercicios” (no puedo evitar ponerlo entre comillas) estarán basados muy vagamente en ejemplos reales, y otros serán simplemente inventados; cualquier nombre de empresa que pueda aparecer es ficticio, como no puede ser de otra manera. Por último, y para finalizar este disclaimer, la solución que se propondrá (no sé aún si en el propio cuerpo pasados un par de días, en una entrada posterior o en el siguiente post de la serie) se facilita según nuestro mejor entender, sin que de ello pueda derivarse ningún tipo de responsabilidad. Dicho esto, vamos con el “problema”.
Como parte de la obtención de una certificación ISO 27001, la empresa está estudiando hacer firmar a sus visitantes un compromiso de confidencialidad, que se conservaría indefinidamente, por el que éstos se comprometen a no difundir ningún tipo de información a la que tengan acceso, y cuya firma se realizaría en el momento de informarles de sus derechos ARCO. Para ello, han pensado en informatizar el registro de visitas de modo que además del registro habitual de las visitas, un campo adicional indique si ese visitante ha firmado el compromiso de confidencialidad en alguna visita previa, evitando de este modo que tenga que firmarlo de nuevo.
Puesto que los datos de los visitantes y de los firmantes del citado compromiso vienen a ser los mismos, la empresa ha considerado que no existe necesidad de declarar un fichero adicional, ni de modificar el existente. ¿Es correcto?