Este año ha comenzado con algunos sobresaltos para todos aquellos con responsabilidad en la operación segura de redes eléctricas de potencia. Tenemos, por un lado, el suceso en la Israel Electric Authority. El 27 de enero nos encontramos con titulares como éste, de Fox News:
Aparentemente había llegado el día en que alguien había activado, al fin, el botón del juicio final y había reducido, o estaba en camino de conseguirlo, a Israel a la edad media. Sin embargo, la realidad resultó ser un poco más prosaica y los profetas del apocalipsis tuvieron que enfundar de nuevo sus teclados al constatarse que, en realidad, nos encontramos frente a un caso de ramsonware en equipos que formaban parte de una red típicamente TI que se infectaron por la poco elegante vía del phishing. Es más, según leo, la pérdida parcial de suministro de algunos clientes se pudo deber a la decisión deliberada del personal encargado de la operación del sistema que habría preferido actuar así, desconectando carga, antes de enfrentarse al colapso completo de la red. Más aún, se llega a afirmar que los operadores reaccionaron así ante el convencimiento de estar siendo atacados en un momento en el que la demanda estaba creciendo a un alto ritmo a causa de las bajas temperaturas.