Hace unos días en una reunión con la familia lejana, comenté que me dedicaba a temas de seguridad, y como suele ser habitual, los interesados tardaron poco en preguntar que les recomendaba para sus equipos caseros personales. Entonces tuve que ver cual era la medida de seguridad más importante que les iba a recomendar.
Dado que todos los presentes eran usuarios de Microsoft, lo primero que se me vino a la cabeza fue el “escudito” que Microsoft incluye en sus sistemas operativos de escritorio. Seguro que muchos de ustedes lo han visto alguna vez en la esquina derecha de la pantalla, y que de una manera semafórica le indica al usuario si su sistema es “seguro” (verde), “no es seguro del todo” (amarillo), o “no es seguro” (rojo). Hay que que reconocer que aunque sea una simplificación y las cosas no tiendan a ser tan simples, a un usuario doméstico puede ayudarle bastante. Las tres cosas que este sistema comprueba en un Windows XP son las siguientes:
– Firewall: Seguridad perimetral, si el sistema tiene activado el firewall y está protegido de ataques externos.
– Antivirus: En este caso, el sistema garantiza que existe un antivirus y que se encuentra actualizado, con lo que con suerte estamos protegidos frente a virus conocidos y software malicioso.
– Actualizaciones automáticas: Garantizan que el sistema esta actualizado, al menos el sistema operativo. Por desgracia no comprueba otras aplicaciones frecuentemente utilizadas, entre ellas navegadores y otras aplicaciones vulnerables a la asalvajada Internet, pero como suele decirse, más vale algo que nada. No obstante, no deja de ser curioso que Windows pueda “hablar” con los antivirus y comprobar su nivel de actualización, pero no sea capaz de comprobar el estado de actualización de programas populares de otros fabricantes (Apple, Adobe, Firefox, OpenOffice, etc.), algo que apunta más a cuestiones de protección de negocio que de dificultad técnica.
Por supuesto, todos estos controles y medidas son muy importantes, pero no considera la medida más importante de seguridad en al menos cualquier entorno doméstico, que es la que trasladé a mi audiencia: realizar copias de seguridad. Esto proteje los datos no sólo frente a amenazas cibernéticas, sino frente a desastres físicos, fallos manuales y muchas otras circunstancias indeseables. Excepto suplantación de identidad y robo de información, cualquier otro problema se soluciona con las copias de seguridad.
Estoy seguro de que a estas alturas, la mayor parte de ustedes están pensando en lo obvio que resulta lo que les estoy diciendo. Probablemente mi familia estaba pensando lo mismo. Sin embargo, también estoy seguro de que la mayor parte ustedes están pensando que no tienen copia de seguridad de sus equipos personales, o que ésta se remite a varios meses, siendo optimistas; es una tarea molesta, algo tediosa y no muy habitual para la gran mayoría de la gente. Pero es sin ningún género de duda la más importante.
Así que si tengo que dar una sola recomendación, esta es: ¡Copiad malditos! ¡Copiad!