Todo jefe, director o gestor de proyectos informáticos conoce las fases del ciclo de vida de un proyecto cual patrón de barco conoce la ruta a puerto seguro. Concepción, Organización, Desarrollo y Cierre conforman esa hoja de ruta que conducirá a patrón y marineros hacia el éxito de la aventura. Es sabido que ningún proyecto emprendido está exento de contingencias y desviaciones en la planificación trazada a priori, mapa en mano.
Así pues, a menudo se encuentran escollos y arrecifes que no estaban documentados en los mapas cartográficos y que generan retrasos y costes que en ocasiones pueden ser desmedidos. Esta situaciones son normales, así como es habitual que ese otro capitán que saborea un trago de ron junto a nuestra persona en la taberna te susurre de forma arrogante:
¡Ja ja! ¡Yo estuve navegando el mes pasado por esas aguas y ví los arrecifes que hundieron parte de tu nave esta mañana!
¡Valiente grumete, ¿y no los identificaste en el mapa para que los demás patrones no incidieran en el error?! contestamos golpeando la mesa y derramando el poco ron que quedaba en el vaso.