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Ayer por la mañana amanecí con la noticia de FACUA de que “Protección de Datos confirma que la lectura de los correos de los usuarios para mostrarles publicidad personalizada vulnera la legislación española y comunitaria“, en patente referencia a Gmail. Esta misma noticia también ha aparecido en ALT1040, EuropaSur, y seguramente a estas alturas habrá aparecido ya en muchos otros sitios. He demorado este comentario por tres razones: la primera, por falta de tiempo; la segunda, porque Fernando se me adelanto con la entrada a propósito del escándalo de Société Générale (entrada que quizá no he dejado reposar demasiado); y la tercera, para poder encontrar argumentaciones convincentes, aunque a muchos no se lo parecerá.
Y es por esta tercera razón por donde voy a empezar, porque está claro que GMail es actualmente y con toda probabilidad el mejor sistema de correo electrónico gratuito que existe. Es eficiente, es rápido, está bien pensado y tiene una capacidad con la que, como bien publicitan, probablemente no te haga falta borrar un correo nunca más. Por ello, no es extraño que cualquier comentario en contra de GMail suela despertar un aluvión de críticas; es en mi opinión algo razonable; y es que como ya hecho en anteriores ocasiones, insisto que a título personal, soy un usuario de Google y GMail.
Lo que voy a hacer a lo largo de esta entrada es destacar algunos puntos que me parecen de interés en relación con GMail (aunque asumo que puedo estar equivocado en más de uno), y que intentan mostrar que no porque un servicio sea bueno y gratuito hemos por ello de venderle nuestra alma; Google no es al fin y al cabo una ONG ni una “Fundación por un correo electrónico mejor”, sino una empresa que presta un servicio con el cual hace negocio, y eso al menos debería mantener alerta nuestro espíritu crítico; piensen qué pasaría si Telefónica adoptase algunas de las políticas de Google en cuestión de privacidad (y no, el nivel de satisfacción del usuario no es un factor a considerar en la gestión de los datos de carácter personal, o DCP en adelante). Antes de empezar, advierto que quizá esta entrada sea algo larga, pero creo (es más una esperanza que un creencia) que no se les hará pesada: