(Como off-topic y refresco veraniego, fuera de la temática habitual del blog, nuestro director financiero se ha prestado a colaborar con una entrada de opinión de carácter económico que esperamos les parezca interesante)
Parece ser que definitivamente se ha roto el diálogo social y, con ello, el posible pacto entre el Gobierno, la Patronal y los Sindicatos. Diálogo que durante prácticamente un año han estando manteniendo las cúpulas representativas de todas las partes para intentar alcanzar un acuerdo que ayudara al país, según nos habían vendido, a salir de esta generalizada y profunda crisis económica.
Desde mi punto de vista y sin los suficientes conocimientos de los desarrollos y planteamientos que habrán expuesto las partes, he terminado confirmando mi desencanto personal por la incapacidad, incoherencia y falta de voluntad o de imaginación, de los equipos y líderes que han estado negociando. Sé que es un tema de gran calado social, laboral y económico pero que por desgracia ha concluido condicionado exclusivamente a “cumplir determinados objetivos políticos”. Y no es mi intención tratar de aportar mi modesto diagnóstico en clave política. Quisiera, reconociendo de antemano mis propias limitaciones, circunscribirme exclusivamente al aspecto socio-económico.