(Nota: Esta es una historia de ficción; los personajes y situaciones no son reales; lo único real es la parte técnica, que se basa en una mezcla de trabajos realizados, experiencias de otros compañeros e investigaciones llevadas a cabo. Si queréis una versión con la misma dosis técnica pero con menos narrativa, podéis consultar el vídeo de la charla que el autor dio en las XI Jornadas STIC del CCN-CERT aquí )
Dejamos el anterior artículo con nuestras miras puestas sobre el servidor de correo de la Organización, un Microsoft Exchange 2010. Lo primero que podemos hacer es solicitar a Sistemas que haga un message tracking (seguimiento del mensaje) del correo, que mediante una herramienta gráfica (aunque también podemos hacerlo por consola) nos localiza el histórico de un correo a alto nivel dentro de Exchange.
Primer intento, y el correo sigue sin aparecer. Repetimos las direcciones y el técnico de Sistemas repite la búsqueda sin éxito. El correo tiene que estar por fuerza, así que le pedimos que busque de nuevo en todo el día completo… y por fin lo encontramos, 14 minutos más tarde de cuando tenía que haber sido enviado.
Al parecer la Organización no tiene bien implementada su estrategia de sincronización de tiempos, y tenemos una deriva de 14 minutos entre el servidor Exchange y los clientes (nota mental: insistir en la necesidad de desplegar un servidor NTP lo antes posible), pero al fin hemos localizado el correo. El pantallazo enviado por Sistemas sería algo similar a este (por temas de confidencialidad no podemos poner ninguno de los originales):